Los Pume

Los pumé, comúnmente conocidos bajo el nombre de yaruro, constituyen una etnia aborigen de filiación lingüística aún no clasificada, cuyas comunidades se esparcen por los Llanos del estado Apure: Su existencia en esta región se conoce desde el período colonial a través de las primeras crónicas sobre su territorio escritas en el Siglo XVII.

Sus comunidades se ubican en la región central y sur del Estado Apure: se concentran cerca de los ríos Arauca y Cunaviche y particularmente en las vecindades de los ríos Capanaparo, Riccito y Sinaruco. En años recientes un pequeño número ha emigrado hacia el norte del estado, para establecerse en las inmediaciones de la carretera principal, desde Achaguas hasta San Fernando de Apure.

La gran mayoría de las comunidades tiene menos de cincuenta habitantes. La comunidad típica es pequeña, y es la constituida por varias casas agrupadas, generalmente unifamiliares, pero no es raro encontrar residencias multifamiliares las cuales parecen corresponder a un patrón que tiende a desaparecer. Las comunidades más pequeñas generalmente acostumbran estar conformadas por una sola familia extendida: un hombre casado con su esposa o esposas; sus hijos e hijas solteros, y sus hijas casadas con sus respectivos esposos e hijos.

Cada comunidad es autónoma, y es la encabezada por su capitán u oté (anciano), personaje que se destaca por su prestigio: personal, que desempeña una función social (recibir visitantes, ofrecerles comida, etc.) pero carece de autoridad real y de poder é coercitivo, y sus decisiones son resultado del consenso del grupo.

La mayoría de los pumé residen en la franja ribereña de los ríos, donde mantienen asentamientos permanentes, mientras que los que habitan en el extremo sur de su territorio, a quienes aquéllos les designan con el nombre de chu khonome, o capurachanos, se caracterizan por vivir en la sabana en asentamientos poco permanentes, repartidos en la zona interfluvial Capanaparo/Sinaruco; Los pumé ribereños practican una agricultura de tala y quema en el bosque de galería, y en sus conucos predomina y la yuca amarga y el maíz; pescan en los ríos y madreviejas; cazan y recolectan en el bosque de galería, la orilla de los ríos y, en menor grado, en la sabana. En contraste, los chu kholwme, mejor adaptados al medio sabanero, practican la agricultura de la tala y quema en menor escala, y se alimentan más de la caza, pesca y recolección, lo que los lleva a recorre mayores distancias en la sabana donde levantan campamentos temporales durante los meses de verano.

En las últimas décadas, los pumé se han visto obligados a compartir su territorio ancestral con la población criolla venida de los ríos Arauca y Cunaviche. La mayoría de los pumé aún conserva sus ricas tradiciones culturales. Pero con el paso del tiempo las presiones colonizadoras en sus tierras han ido aumentando y, actualmente, al verse obligados a competir con los criollos por los mismos recursos y a trabajar como peones en sus hatos, se puede decir que están perdiendo la lucha por su tierra. No cabe duda de que su carácter pacífico rasgo resaltante de su cultura, les dejó demasiado indefensos frente a los terrófagos y pone en peligro su sobrevivencia cultural.

Antropólogo Roberto Lizarralde.